Este 24 de
mayo, se celebraron las elecciones locales y autonómicas de 2015, unas
elecciones que, en mi opinión, carecen del interés que se le está dando en los
medios de comunicación. En dichas elecciones los puntos a mirar eran los tres
siguientes: el bipartidismo, el duelo entre los dos grandes partidos emergentes
(Podemos y Ciudadanos) y las primeras pruebas de fuego para la izquierda
nacional y en especial para Pedro Sánchez y su partido. Una vez conocidos los
resultados por todos, quedaron demostrados los tres anteriores puntos. Después
de decenas de años, se comenzaron a ver atisbos de fin de bipartidismo, los
nuevos partidos tomaron una gran fuerza y partidos históricos como IU
desaparecieron del panorama nacional. Las reacciones posteriores de los
dirigentes de los grandes partidos como el PP y Esperanza Aguirre, mostraron
públicamente su miedo a estos nuevos partidos proponiendo coaliciones con
cualquier rival hace años histórico, con el fin de dejar solos y sin
posibilidad de gobierno a partidos como Ahora Madrid, el gran partido revelación
de las elecciones. Sin entrar más allá de sistemas económicos, ideologías o
militancia en según qué partidos, lo que quedó demostrado es que la llegada de
los nuevos partidos y la pésima situación laboral y económica comienza a
cambiar la mentalidad de los ciudadanos. Aún a expensas de lo que suceda con la
alcaldía y demás pactos entre partidos, lo que queda claro es que esto solo ha
sido un aviso de lo que puede y va a pasar en las elecciones generales ahora
mismo imprevisibles.
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